Dos ranas que iban de paso cayeron en un recipiente lleno de leche. Después de llevar a cabo algunas tentativas para salir, una de ellas dijo:
—Las paredes son demasiado lisas; tienen una inclinación de 45 grados; la fuerza de propulsión de mis patas forman un paralelogramo en el cual A más B, multiplicado por C... dividiendo luego el producto por el logaritmo de... Sin contar con que Arquímedes ha dicho: Dos moi pu sto, kai kino ten ghen* y no tenemos punto de apoyo en esta materia fluida...
Como su compañera no daba muestras de creer en sus palabras, sacó la regla de cálculo y realizó operaciones complicadísimas, que demostraban que toda tentativa de salir estaba matemáticamente destinada al fracaso. Después se metió en el bolsillo la regla de cálculo y, con la pasividad de un estoico, se dejó morir.
La otra rana no escuchó sus explicaciones científicas y eruditas e hizo los movimientos más absurdos, más irracionales, violando todo lo que la matemática, la física y la mecánica han establecido. A fuerza de realizar toda suerte de movimientos desordenados, la leche se condensó bajo sus patas, y el animal se encontró apoyado sobre una pella de mantequilla, desde la cual fue fácil dar un salto.
La primer rana era una rana macho, la segunda una rana hembra.
—Las paredes son demasiado lisas; tienen una inclinación de 45 grados; la fuerza de propulsión de mis patas forman un paralelogramo en el cual A más B, multiplicado por C... dividiendo luego el producto por el logaritmo de... Sin contar con que Arquímedes ha dicho: Dos moi pu sto, kai kino ten ghen* y no tenemos punto de apoyo en esta materia fluida...
Como su compañera no daba muestras de creer en sus palabras, sacó la regla de cálculo y realizó operaciones complicadísimas, que demostraban que toda tentativa de salir estaba matemáticamente destinada al fracaso. Después se metió en el bolsillo la regla de cálculo y, con la pasividad de un estoico, se dejó morir.
La otra rana no escuchó sus explicaciones científicas y eruditas e hizo los movimientos más absurdos, más irracionales, violando todo lo que la matemática, la física y la mecánica han establecido. A fuerza de realizar toda suerte de movimientos desordenados, la leche se condensó bajo sus patas, y el animal se encontró apoyado sobre una pella de mantequilla, desde la cual fue fácil dar un salto.
La primer rana era una rana macho, la segunda una rana hembra.
Dino Segre (Pitigrilli)
*Dadme un punto de apoyo y levantaré el mundo