Cada tarde, cuando me pongo a hacer los deberes, me pasan cosas sorprendentes. El sábado salió un hombrecillo del bote de los bolígrafos y ayer una rana del estuche. Hoy ha venido el gato de los vecinos. Me ha dicho: -Sígueme –y yo le he hecho caso. Hemos recorrido todos los tejados del barrio. Cuando volvíamos mi padre nos ha visto, estaba en el balcón de la vecina, tiritando en calzoncillos, así que supongo que podré contar con su ayuda para mates, porque mamá se pidió lengua cuando me la encontré con el portero.
Paloma Hidalgo
Un libro es un jardín de bolsillo
6 comentarios:
Qué sorpresa!! Me gusta verle aquí nadando entre colegas, muchas gracias Puck.
Un abrazo fuerte y grande.
¡Wow...este es genial!
¡Cuánto detallito en tan poco espacio!
¡Artista!
¡Que bueno, que bueno, que bueno!
Me voy con la sonrisa puesta.
Un abrazo,
Me encanta ver este micro en la charca...
Croak, croak desde el aire (y besos también)
Qué familia..... jaja
Paloma, me encanta que entre las cosas sorprendentes salten ranas croak, croak
Saludillos croados a todos
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