La princesa pasa a la consulta del psicólogo, se sienta en el diván y empieza a enumerar sus penas: «Soy la princesa más desgraciada del reino, me miro al espejo y me dice que hasta la madrastra es más fea que yo, mi suegra coloca guisantes bajo mi colchón todas las noches, solo los cuervos se acercan a mi ventana, ni las ranas quieren besarme, ... »
Las ranas sentadas al otro lado de la charca ríen a carcajadas y palmean con sus ancas sobre las flores de nenúfar, salpicando a la monologuista vestida de tul rosa.
Ana Vidal
Relatos de andar por casa
5 comentarios:
Qué chuli volver por aquí, ya empezaba a secarme :)
Un abrazo grande y ranil
muy simpático relato
saludos
Llego, leo y me voy con la sonrisa puesta.
Aplausos, Anita.
Un abrazo.
¿Qué será lo próximo, música tipo "Friends" y una serie que se titule "Batracios"? Buen giro final, señorita Vidal, buen giro final
Ana, seguro que ya ni te acordabas de este micro jeje, se me traspapeló y lo encontré de repente. Que conste que todavía estoy esperando otro con el dibu astronauta de Juanlu eh?
Bienvenidos a los nuevos, espero que os sintáis a gusto en la charca y si os animáis a enviar alguna rana ya sabéis que será bienvenida también jeje
Saludillos croados a todos
croak, croak
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