El prínzipe zapo
tenía un gran problema...
creía que eztaba encantado
y que nezezitataba
una prinzeza para zer feliz...
Era un tanto egoízta...
no zabía pedir perdón
y ziempre creía tener la razón...
El prínzipe zapo moría de amor...
por una rana un tanto menor...
pero zu amada lo dezpreziaba
y lo hazía zentir inferior...
El prínzipe zapo lloraba
zolo en un rincón...
porque a todoz alejó
para llorar zolo zu amor...
"Yo puedo zolo", dezía...
mientraz le pazaba la vida...
la noche ze hazía zol...
la luna ze hazía día...
Y el prínzipe zapo moría...
zin ver que máz allá,
una fea rana,
que no era prinzeza ni nada,
croaba y croaba zin parar...
tratando de llamar zu atenzión,
ezperando que algún día
dezviara la mirada
y quedara prendado
del canto de la fea rana
que tanto lo amaba...
porque vio zu corazón...
Reina
La Reina de Buenos Aires
4 comentarios:
Qué tierna hiztoria la de la fea rana que amaba a eze tozudo zapo. Jaja.
Precioso Puck, saludos a Reina.
jajaja.... ya no me acordaba haber escrito esta historia... jaja
Siempre jugamos con mis hijos al príncipe sesioso que dice "Yo puedo zolo"... y me vino de perilla para el prínzipe zapo... jaja
Ahora que ya está acá la puedo llevar a mi blog... :)
Los zapos con z zon bien tozudos Yashira... jaja :)
Reina, lo siento, la charca lleva su propio ritmo y a veces se retrasa... Me encanta volver a tenerte aquí
Yashira, gracias por tu comentario
croak, croak
Todo bien... no era queja... sólo que me sorprendió porque lo había olvidado...
ya vendrán otros mejores... jaja :)
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