En el albero de la calle Játiva aún se recuerda aquel torero que huyendo del astado se convirtió en rana y saltó la barrera, de tal forma, que se perdió entre la multitud. Años más tarde, “El Cordobés” lo imitaba sin tanta gracia.
Nicolás Jarque
3 comentarios:
Jejejejej si es que salen ranas de cualquier sitio :)
Besos desde el aire
Qué bueno!!! Desde luego, es un homenaje a los toreros. Muy bien, Nicolás.
Besos
Nicolás, me encanta tenerte toreando en la charca jeje
Gracias a todos los demás por seguir ahí chapoteando conmigo
croak, croak
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