- Si me besas, me convertiré en un príncipe – le imploró la rana.
- Si te beso, por fin me convertiré en mi misma – le contestó el príncipe travestido en doncella.
- El original no es verosímil – sentenciaron los Grimm.
Y escribieron su propia versión.
Elvira
3 comentarios:
Jaja, ahora comprendo muchas cosas de los cuentos de siempre.
Me ha gustado mucho.
Jajajajajajj...:)
Besos desde el aire
Esta es la historia de un príncipe ambicioso a toda costa y de otro deseoso de encontrar la combinación de la puerta del armario.
Muy agudo Elvira.
Saludos Puck.
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