jueves, 31 de enero de 2013

Tormento - Oscar Pareja

Fue un beso, casi sin quererlo, inesperado. El único que nos dimos que, como la tormenta, empezó con rayos y truenos que tapaban los latidos de mi corazón. Fue un beso mojado, húmedo, lleno de magia que ninguno podíamos esperar pero que sucedió como la lluvia que lo trajo. Durante la tormenta todo parecía un cuento de hadas en un ambiente de novela gótica. La oscuridad, los rayos, el sonido del trueno, el bosque dónde nos encontrábamos, la lluvia cayendo sobre nuestros cuerpos pegados, la bruja, el monstruo encantado. Lo deseaba pero sabía que todo aquello se rompería con la aparición del sol.
       Y así fue. Salió el sol y la vida que nos dió aquel beso desapareció ante nuestros ojos. El pánico se apoderaba de nuestros cuerpos y ambos sabíamos que todo volvería a ser como antes de la tormenta. Él marcharía a su charca, a la espera de que alguién lo besara para convertirlo en hombre definitivamente. Y yo seguiría buscando el hechizo que me permitiera ganar su corazón para siempre. Mientras, mantendría el hechizo de la transformación en rana para que nadie me lo robara y así evitar el beso fatídico de cualquier princesa enamorada


Oscar Pareja
Esta noche te cuento

jueves, 24 de enero de 2013

Llovía fuera y yo sin paraguas - Bu2on


-Llovía afuera y yo sin paraguas. Alguien llamó a la puerta y era el cartero, que sostenía un paquete. Encima había una rana. El batracio se abalanzó sobre mí y, al ser extremadamente alérgico a estos animales, salté hacia atrás, resbalé y me golpeé la cabeza contra el suelo. Antes de desmayarme, pude ver que en la calle estaban cayendo ranas como la que me miraba subida a mi pecho. No, estoy bien, pero necesitaré otra semana para terminar el guión. Gracias por comprenderlo.
Colgó el teléfono y se sentó al ordenador.
-Ojalá tuviera la misma imaginación para todo.
El cielo amenazaba tormenta.

(Escuchando: Garbage - Supervixen)

jueves, 17 de enero de 2013

Inocencia - Inés Arias de Reyna

La rana reptó hasta la orilla. Una niña quiso salvarla: la arrojó al agua, pero la roca se interpuso. El estallido provocó fuegos artificiales verdes.

Inés Arias de Reyna
Lady Dragón

jueves, 10 de enero de 2013

Último recuerdo - Yolanda Nava y Alialba

La realidad se enreda con las imágenes del pasado que danzan en torno a su cama, espesando aún más el denso aire de la estancia. El viejo reloj de pared marca el tiempo a un ritmo irregular y, su corazón bombea a duras penas la sangre que recorre sus rugosas venas. Toda su existencia pasa ante sus ojos a flashes intermitentes. Quiere atrapar una rana que salta en la charca que amenizó sus juegos infantiles pero se le escurre entre los dedos,  al momento se encuentra en el tele-club del pueblo en medio de un baile, su nariz inmersa en la melena de Elisa, el olor a champú de huevo de su pelo acariciándole la nariz y el alma, quiere quedarse allí pero un ruido ensordecedor le muestra el horror que vivió meses más tarde. Se da cuenta que no tiene escapatoria, que todo acabará donde empezó aquel día de invierno de 1936… ¿o fue en 1937? y  vuelve a escuchar la orden alta y clara: ¡apunten, fuego!


Texto: Yolanda Nava de Micros y otras historias
Imagen: Alialba de El País de Babia