jueves, 31 de octubre de 2013

Metamorfosis - José Manuel Ortiz Soto


Soy un renacuajo y habito en esta charca no muy lejos del mar. No sé si antes fui otra cosa, pero un día cantará la sirena petrificada y todo será diferente. Hoy soy un sapo…


José Manuel Ortiz Soto
Cuervos para tus ojos 

jueves, 24 de octubre de 2013

Sospechas - Enmascarado




-"...Y colorín colorado, este cuento se ha acabado".
Quico, que había estado escuchando atentamente toda la historia que su mamá le había narrado, se mantuvo en silencio durante unos segundos, una actitud de total expectativa, entre dubitativo e inquisidor. Ella sabía que no tardaría mucho en encontrar una pregunta con la que saciar esa curiosidad.
-La rana se convirtió en un apuesto príncipe...¿Cómo yo mami?
-Como tú...cariño.
-Entonces ¿por qué no le dices a tus amigas que no sean pesadas? Por más besos que me den...no me volveré otra vez rana ¿no?

Enmascarado
Enmascarado por amor al arte

jueves, 17 de octubre de 2013

jueves, 10 de octubre de 2013

De fábula - José Manuel Ortiz Soto



Cuando Monterroso despertó, los animales habían hecho de las suyas. La oveja negra gobernaba un país de ovejas blancas, el camaleón había perdido el interés por los juegos de espejos y la rana, matrona de voz grave, soñaba con un par de ancas biónicas. Pero lo que más sorprendió al escritor fue su autobiografía escrita por un dinosaurio.

José Manuel Ortiz Soto
Cuervos para tus ojos


jueves, 3 de octubre de 2013

El luminoso libro reza - Patricia Nasello




“En noche de luna llena, durante siete días, deberá el sapo perfumarse con el compuesto obtenido de la maceración de setenta flores de azahar en setecientas gotas de agua. Y transmutará, en príncipe”.

Sabe que debería estar en el sótano, cubierto por telarañas y excremento de murciélago, como cualquier otro de su misma condición. Está bajo el sol, limpio y abierto, su magia desplegada a la luz.
Espera. Reza al Dios de los Libros de Buenas Intenciones para que algún sapo lo lea y se decida a usar los materiales nobles que él propone.
Pero pasan a su lado sin prestarle atención: miles de pequeños seres verdes que en el calor fétido de la laguna, cubiertos de barro, con las moscas zumbando alrededor; son felices.

Patricia Nasello