lunes, 30 de enero de 2012

El príncipe infeliz - Nuria Rubio González



Nunca he sido feliz. Lo más parecido a la felicidad lo sentí cuando ella me tomó entre sus manos y posó delicadamente sus labios sobre mí. Entonces yo vivía en una solitaria charca, sin otro divertimento que saltar de piedra en piedra, sin otra compañía que la de los insectos -pobrecitos ellos- que me servían de sustento. Hoy habito un suntuoso palacio y son numerosas las personas que, solícitas, atienden todos mis deseos, todas mis necesidades. Pero, cuando ella me abraza y me besa, no siento nada, nada comparado a aquel escalofrío que sacudió mi verde cuerpecillo hace ya una eternidad...

Nuria Rubio González

jueves, 26 de enero de 2012

Verdes instintos - María Paz Ruíz Gil



Si el sexo es un árbol, ya se había trepado a sesenta ramas distintas. Sin dolor encontraba formas de lubricar hojas y doblar troncos para  mojar sus instintos. Una mañana amaneció con un tatuaje negro en la panza y un bebé entre los brazos, así conoció las consecuencias de frotar su naturaleza con los árboles. Ahora vive en la tierra y se alimenta de moscos de colores casi extintos. Por las noches croa con su hijo pequeño, un batracio desobediente que no quiere aprender a nadar.

María Paz Ruíz Gil
Diario de una cronopia

lunes, 23 de enero de 2012

Otro príncipe encantado - Mónica Ortelli



La joven se inclina y, ante el beso inminente, el sapo cierra los ojos agradecido. No ve la lengua que se descuelga y lo levanta en el aire.

Mónica Ortelli
Ni vara ni cuchillo

jueves, 19 de enero de 2012

En el país de los tiempos perdidos... Sara y David Lew

Ella aguardó en vano toda su vida la llegada del príncipe azul; hasta que un día, cuando su reflejo en el agua era el malogrado rostro de la vejez, decidió tomar la iniciativa y hacer realidad sus sueños. Se acercó expectante a la charca, tomó entre sus manos la más hermosa de las ranas, y la besó.


 
Texto: Sara Lew - Microrrelatos Ilustrados
Imagen: David Lew - Earthquakeboy
 
 
 

lunes, 16 de enero de 2012

Turistas, no - Rosa M.


Llegan hasta aquí haciendo caso omiso de las advertencias. Descargan sus bártulos y niños ruidosos armados con redes y palos, dispuestos a darnos caza.
Entonces ponemos el plan de emergencia en marcha…
De repente suena de fondo la música de tiburón, hemos puesto el estéreo a tope, y los pasos de Jurasic-Park, a la vez que sacamos la Tiranorana- rex que no se quemó en la última falla…
Los dichosos turistas salen como alma que lleva el diablo de nuestra  charca y nosotras nos revolcamos de  risa. A los pocos minutos vuelve la calma y cada una se relaja hasta que de nuevo suene la voz de alarma. Croak, croak...
Rosa Martínez

jueves, 12 de enero de 2012

Prueba - Ana Vidal y Juanlu








Prueba

Me he enamorado de un príncipe. 
Lo sé porque cuando aparece siento ranas en el estómago.

Texto: Ana Vidal - Relatos de andar por casa
Dibujo: Juan Luis López (Juanlu) - Dibujando sueños

lunes, 9 de enero de 2012

En el lago Ness - Puck

- Mamá, lo he visto, lo he visto...de verdad... salió un segundo y volvió al agua... es verde, tiene los ojos saltones... de verdad mamá, lo he visto...
Mientras su madre le explica que los monstruos no existen, entre los juncos se esconde un príncipe encantado.

Puck
Los jardines de Puck

jueves, 5 de enero de 2012

Primer contacto - Yolanda González Mesa

rana
—No parece haber vida inteligente en el planeta —dijo el oficial científico repasando por enésima vez los datos del sensor de mano que portaba—. De hecho las ranas, los mosquitos y estos helechos parecen las únicas especies del planeta.
—No sé de dónde vamos a sacar las provisiones que necesitamos —respondió el primer oficial—, espero que te gusten las ancas de rana.
El oficial científico rió sin ganas la broma.
Mientras esperaba educadamente su turno para presentarse, el comandante en jefe del segundo ejército anfibio al mando del planeta Klug comentó telepáticamente con su segundo:
—¿Ancas de rana? Espero que estos extraños seres no se refieran a algún tipo de práctica sexual.

Yolanda González Mesa
Tinta al sol

lunes, 2 de enero de 2012

Cuento de hadas - Alejandro Jodorowsky

Una rana que lleva una corna en la cabeza le dice a un señor: “Béseme, por favor”. El señor piensa: “Este animal está encantado. Puede convertirse en una hermosa princesa, heredera de un reino. Nos casaremos y seré rico”. Besa a la rana. Al instante mismo se encuentra convertido en un sapo viscoso. La rana exclama, feliz:“¡Amor, mío, hace tanto tiempo que estabas encantado, pero al fin te pude salvar!”.

Alejandro Jodorowsky