Princesa - Ana Vidal
Te miras al espejo y te dice que eres la más bella, que a nadie le sienta el lamé como a ti. Pero a medida que pasan las horas la pintura se corre, la botella de vino deja de esperar por él, y las palabras, si las hubiere, se arrastrarían. Y te das cuenta de que los príncipes nunca dejan de ser sapos, por mucho que los beses.
Ana Vidal
Relatos de Andar por Casa
1 comentario:
Mi princesa está muy bien aquí, qué mejor sitio si decide esperar a su sapo ;)
Un abrazo!!
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