jueves, 5 de diciembre de 2013

Milagrito - Nicolás Jarque


Quería una ranita como la que tenía la prima Berta en su estanque y se la pedí  una y mil veces a mamá, a papá, a mi madrina, a los Reyes Magos. No puede ser, me decían. Que en nuestro piso no cabía, se excusaban. Dormiría conmigo y la abrazaría bien fuerte, les contestaba.  Por eso cuando mamá regresó del hospital con Gustavito, fui feliz a pesar del llanto continuo por los rincones de mamá. Sin duda, el bebé verde que descansaba en su cunita era el regalo del Niño Jesús por haberle rezado todas las noches.

Nicolás Jarque 

4 comentarios:

Miguelángel Flores dijo...

Jajajaja, ves! si es que los padres deberían escuchar más a los hijos, que mira luego lo que pasa...
Hala, ahora lo tiene de hermano. Jajajaja...

Abrazos

Anita Dinamita dijo...

Qué suerte, ¡¡Gustavo!! Es un cuento que le pienso contar a mis niños, Nicolás.
Besazos a ambos

Sara Lew dijo...

Qué bueno, Nicolás. Y lo que me he reído. Ya tiene la rana que quería, y su mamá no se podrá quejar :-)
Abrazos.

CYBRGHOST dijo...

Inquietante. Y no sabría decir si es tierno o cruel.