jueves, 15 de marzo de 2012

Preguntas - Puck




    La niña se despierta llorando abrazada a su peluche preferido.
    - ¿Por qué lloras, cariño? - pregunta el padre
    - Llevo toda la noche dando besos a la rana y no se ha convertido en príncipe
    - Es que es un muñeco, no es una rana de verdad
    - Ah, claro... Papá, ¿cuándo vamos a la charca del bosque?
Puck

11 comentarios:

omar enletrasarte dijo...

claro, ya practicó bastante, ahora, a besar ranas reales
saludos

F dijo...

¡Anda! ¡Gracias! Por desgracia, el comportamiento de mi hija con las ranas es, digamos, más "científico"... ;) ¡Pobrecillas!

Juanlu dijo...

jejejeje, mi niña por ahora pone cara rara cuando alguien le pregunta por novios, le falta escupir al suelo y maldecir...jejeje

Un besazo!!!

Rosa dijo...

Pobrecilla que desazón...Y con lo difícil que está lo de los príncipes azules, seguro que se lleva un buen disgusto cuando le salgan todos rana.

Croak, croak.

Besos desde el aire

Enmascarado dijo...

La pobre chiquilla...tantas pelis de barbies y ahora le vas a explicar.

saludos.

Puck dijo...

Fer.. no me lo cuentes, aquí no... snif... o hazlo con un micro :-)

Gracias a todos por vuestras palabras y comentarios a este intento de "escribir al estilo de propio" una de ranas.

croak, croak

Lapislazuli dijo...

Que bonito blog, llegue con indicaciones de Rosa seguire visitandote
Un abrazo

Mar Horno dijo...

La insistencia de los niños y su terquedad para conseguir lo que quieren es impresionante. Un beso.

Eliacim dijo...

Muy bueno. Nunca hay que arriesgarse con medias verdades, y menos con un niño, son capaces de llegar siempre hasta el final.
Saludos!

Anita Dinamita dijo...

Buen intento, te cuento lo que haría un niño como el mío, je je (aunque él buscaría una princesa)

- Hija ¿qué has hecho con la rana?
- Papá, la besé muchas veces y no se convertía en príncipe, así que la abrí para sacárselo de dentro.

Puck dijo...

Bienvenidos a los nuevos visitantes, espero que os sintáis a gusto en la charca y si tenéis alguna rana por ahí perdida no dudéis en enviarla a estoss lares.

Anita, jaja, creo que este comentario se merece una entrada propia

croak, croak