
No fui capaz de mirar cuando Laura diseccionó a la rana en el laboratorio de ciencias. Un rato antes había visto como la besaba a escondidas; y ahora esa mirada asesina mientras mascullaba: «si no eres mi príncipe, no lo serás de nadie».
Ana Vidal
Relatos de andar por casa
2 comentarios:
Terrorífica...
Besos desde el aire
Hay gente que lleva muy mal los reveses.
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