jueves, 19 de septiembre de 2013

Cuando ella dejó de ser una princesa - Ana Vidal



No fui capaz de mirar cuando Laura diseccionó a la rana en el laboratorio de ciencias. Un rato antes había visto como la besaba a escondidas; y ahora esa mirada asesina mientras mascullaba: «si no eres mi príncipe, no lo serás de nadie».

Ana Vidal
Relatos de andar por casa 



2 comentarios:

Rosa dijo...

Terrorífica...

Besos desde el aire

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Hay gente que lleva muy mal los reveses.