lunes, 26 de septiembre de 2011

De princesas y príncipes - Sara NY

“No sé qué le pasa a esta niña, doctor. Desde hace dos días tiene un sarpullido muy raro alrededor de la boca…” Marta se deja examinar a regañadientes, impaciente por volver a su habitación. Poco antes de salir ha dejado a buen recaudo a su príncipe encantado. Duerme en un lecho real que ella misma ha confeccionado con los más finos tules sacados de los mejores vestidos de sus Barbies. Dentro de su caja de zapatos preferida, la rosa con estrellitas. Poco le importa que sus amigas se rían de ella, que ya no jueguen con muñecas y que no crean en la magia. Mucho mejor,  porque así ninguna se dio cuenta cuando lo encontró despatarrado en su bandeja del laboratorio y tampoco se fijaron cuando decidió rescatarlo dejándolo caer en su mochila.
Esta noche volverá a besarle, segura de que el sortilegio desaparecerá finalmente. Y en cuanto eso ocurra le invitará a su cama. Podrá disfrutar ella sola de un auténtico príncipe azul, aunque ahora sea de color verde y esté más tieso que un palo. 

Sara NY
Palabras Preci(o)sas

10 comentarios:

Mar Horno dijo...

Ésta, al final, la resucita. Muy bueno Sara. Eso es creer en los cuentos a pies juntillas. Un beso.

montse dijo...

O de cómo darle otra perspectiva a la típica escena de vivisección de una rana.......Muy tierno.

Rosa dijo...

Ella es feliz imaginando que su cuento se hace realidad...
Me ha gustado esta niña.

Besos desde el aire

Puck dijo...

Menos mal que el agua de la charca resucita a todas las ranas porque vaya racha... jeje.
Sara, un placer tenerte por estos lares.
Saludillos

Reina dijo...

Pobre niña ya de pequeña conoce el sufrimiento por amor... empieza por el zampullido...

Rocío Romero dijo...

Uy pobre, ya verás cuando mamá note que en la habitación empieza a oler fatal ;-)
Besos

Gala dijo...

Uys que tierna... pobrecita... espero que antes de que se seque como un palo por pura momificación natural pueda resucitarlo.. y es que la ilusión de un niño...no tiene límites.

Que bonito relato.

Besitos mediterráneos.

Enmascarado dijo...

Pobre chica, va terminar ella con boca de rana.
Mi madre me decía:
"Sanito sanito,
culito de rana,
si no sana hoy
...sana mañana".

Besitos, pero no a esta rana.

Sara Nieto dijo...

Muchas gracias a todos por los comentarios a mi entrada.
Y sobre todo, muchas gracias a Puck por concederme el honor de entrar a formar parte de esta charca encantadora (que no encantada).

Besitos fuertes a todos, príncipes y princesas.

Elisa dijo...

Qué bien narrado,Sara, es un cuento estupendo.