lunes, 7 de noviembre de 2011

Despecho - Víctor Lorenzo

Un apuesto joven al que besó en los labios con dulzura: ése fue su primer amor. Y el último, porque después de besarle, ella se transformó en rana. Él huyó asustado y jamás contó lo sucedido a nadie, pero a cambio ha tenido que soportar el desvelador croar nocturno, vengativo, toda su vida. Mudarse a otras casas no ha conseguido esquivar la implacable persecución. Harto, el viejo decrépito y ojeroso que medio siglo atrás fue un apuesto joven, se ha acercado a la charca para ofrecerle el beso que invertirá el hechizo. Como si hubiera ensayado ese momento miles de veces, suspira, rechaza la oferta y se zambulle en el agua.



Víctor Lorenzo
Realidades para lelos

9 comentarios:

Paloma Hidalgo dijo...

Reconozco ese comienzo...Esa nueva versión del clásico beso ranístico es muy original, me ha gustado mucho ese final, zambulléndose por fin con el público esperado.

Un saludo

Mar Horno dijo...

Qué bueno, esa rana despechada que espera toda una vida para decir no me ha encantada. Un saludo.

Víctor dijo...

La venganza es un plato que se sirve frío. Gracias por publicarlo en esta charca. Abrazos.

Anita Dinamita dijo...

Ah, qué buen final, y qué buen relato, Víctor!
La verdad es que tiene mil vueltas esto de los besos a las ranas...
Abrazo de croar para Puck y para ti.

BB dijo...

A mi me ha encantado, también. Ya esa ranita se había vengado con creces, al permanecer croando, día y noche en los oídos de su amado. Al negarle el beso, le dio el golpe de gracia...
Croac, croac, Victor
BB

Enmascarado dijo...

Qué bien Victor.
Hay cosas que tienen un momento para hacerse y otro para deshacerse.
En este caso, llegó bastante tarde la rectificación.
El arrepentimiento ya no es suficiente.
Saludos.

Puck dijo...

Victor, gracias por traer a esta rana con orgullo hasta la charca
:-)

Y de nuevo un abrazo fuerte para todos los que dejáis vuestros comentarios entre los nenúfares.

croak, croak

Rosa dijo...

Da gusto zambullirse en esta charca. Hay ranas de todo, como en botica, jeje.

Me ha gustado mucho.

Besos desde el aire a los dos

Reina dijo...

Se lo merecía por huir de una rana... al fin y al cabo había sido él mismo el que provocó el cambio... :)
Las ranas no perdonan... jaja
Linda imagen la de la ranita naranja...!!