lunes, 26 de diciembre de 2011

Besos II - Martín Gardella

Desde que un insólito hechizo me condenó a vivir como un batracio paso mis días cantando y comiendo bichitos en los márgenes de una laguna. Pensé en solicitar un beso sanador a alguna de las doncellas que se introducen en el traslúcido espejo de agua para disfrutar de relajantes y sensuales baños matinales, pero preferí no molestarlas. La vida de sapo tiene algunos beneficios: ¡se las ve tan felices y hermosas, moviendo sus cuerpos desnudos al ritmo del viento!
Martín Gardella
El living sin tiempo
Químicamente Impuros

3 comentarios:

Anita Dinamita dijo...

Feliz cumpleaños Martín!
Este sapo cantarín es una delicia, él si que sabe disfrutar de la vida.
Abrazos a la rana madre y al sapo feliz

Enmascarado dijo...

Muy listo, así se les ponen los ojos de salidos.
Saludos.

Puck dijo...

Martín, me encanta tenerte chapoteando otra vez en la charca jeje. Besotes ranudos

Anita, Enmascarado, croack, croak... ya sabéis.