jueves, 4 de abril de 2013

Cuento doméstico - David Moreno

Sus labios perfilados se contraen para dejar escapar un silbido corto al que sigue otro y otro. -¿De dónde ha salido si todas las ventanas están cerradas?-. Saca la lengua, la estira, la gira. Parece nerviosa. Mueve sus ojos saltones como queriéndome indicar algo. Ahora brinca sin descanso sobre la mesa de la cocina. Croac. Croac. Llamo a mi mujer y no contesta. De camino al dormitorio y por el suelo encuentro desparramadas una blusa, una falda y un conjunto de ropa interior. La sigo buscando y no aparece. Creo que hoy toca beso y yo ser el príncipe.



David Moreno Sanz

1 comentario:

Puck dijo...

David, todo cuento que se precie en la charca, sea doméstico o no, tiene su rana, jeje
croak, croak