La rana Blasa cantaba nanas para las blancas ratas. Acabada la cantata, ambas ancas saltaban charcas para alcanzar la casa-barca. ¡A la cama! Zampaba tarta hasta acabarla (la nata manchaba las sábanas), sacaba las patas largas… ¡acababa tan cansada! Babas, babas, más babas. ¡Hasta mañana, rana!
Pablo Garcinuño
6 comentarios:
Ma ha ancantado.
Saladas.
¡Craac, craac!
Jaja, qué divertida la rana.
Saludos.
Jejeje, que divertido. Además, tiene un aire entre Lorca y Gloria Fuertes.
Un abrazo para el visitante y otro para la anfitriona.
Me causan admiración estos ejercicios que -por si fuera poco- conforman piezas estupendas.
Mis aplausos para Don Pablo.
Un abrazo,
Muy agradecido con esos comentarios. Cómo se nota que me leéis con buenos ojos!
Muy lograda la pieza, y esos ejercicios son difíciles. Y muy tierna, muy propia para un niño. Se lo leeré a mi sobrina como cuento la próxima vez que tenga ocasión.
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