Cuando eres pequeñito, verde y
viscoso, lo mejor que puedes hacer con tu vida es retirarte a una
charca remota. Aún así, siempre habrá alguna niña de familia bien
que, por algún motivo que se nos escapa, vaya por allí a buscarte.
No parece que esto sea malo, todo lo contrario. Pero es sólo un
trampantojo. No hay nada peor que hacerse ilusiones en balde.
Miguel
Ángel Pegarz
9 comentarios:
Me gusta este trampantojo. Qué bien contado. Muy divertido. un relato, en primera persona, lleno de ironía.
Un abrazo
Muchas gracias por la Publicación, Mar. siempre un honor.
Y Petra, muchas gracias, celebro gustarte y que veas ironía, que dicen que es signo de inteligencia (que me gustaría tener).
Pues me gusta ese regustillo a lodo que dejan tus palabras.
Muy sugerente tu historia.
Las ilusiones cuando se quedan en balde duelen mucho, pero hasta que eso no sucede, muchas veces pueden ser la energía que nos aviva.
¡Buen micro ranudo, Miguel Ángel!
Abrazos.
jaaaaaaaaa Dice Alejandro Dolina que suele preferirse una falsa alegría a una tristeza cuya causa es verdadera.
Cyber, Mar, muchas felicidades, amigos!
PALOMA: Pues muchas gracias. Espero que se te quite el resguto despues d eun rato ;-)Gracias
NICOLAS: Al final, todo depende del resultado, pero por favor, sigamos soñando. Gracias.
PATRICIA: Flaubert, sin embargo, decía que la tristeza es un vicio.
Gracias.
¡Qué duro ser pequeñito, verde y viscoso! ¡Qué de ilusiones rotas! Gran micro, Miguel Ángel
Muchas gracias Pablo.
Me encanto. La verdad es que por más que te alejes de las cosas por que crees que no te merecen, siempre habrá alguien que te busqué porque le agrada tu compañía, muchas gracias por compartir esto con nosotros Miguel.
Publicar un comentario