miércoles, 7 de septiembre de 2011

Amor ante todo - Miguel Ángel Molina

El príncipe, deseoso de encontrar el amor, rebuscó por todos los cuentos.
Primero encontró a Rapunzel, pero tras escalar la torre descubrió su obsesión por champúes y suavizantes. Después halló a Bella, pero el trankimazin pudo con sus besos. Cenicienta, Blancanieves… ninguna realmente ansiaba enamorarse.

Cuando se resignó a vivir solo, una rana llamó su atención.
-¿Ranita, estás hechizada?
-Sí.
-¿Y un beso rompería el conjuro?
-Sí, si nos juramos amor eterno.
-Perfecto, sólo busco eso.
Tras besarla un musculoso muchacho, de dulce mirada, le susurró tiernamente:
-¿Hola guapo, algún problema?
Pensativo, el príncipe contestó:
-Ninguno, nadie es perfecto.

Miguel Ángel Molina


9 comentarios:

montse dijo...

Ya lo había leído. Es perfecto para estar aquí en la charca.

Mar Horno dijo...

Como bien dices, nadie es perfecto. Seguro que serán muy felices.

Anita Dinamita dijo...

¿Cómo que nadie es perfecto? este cuentito es perfecto para la charca de las ranas!
Abrazos duplicados

Enmascarado dijo...

Muy bueno, sí señor. Me recordó al genial Wilder en "Con faldas y a lo loco".

Reina dijo...

jaja... lo bueno es que el príncipe no se decepcionó... :)

Rosa dijo...

JEJEJE, prefecto...

Besos desde el aire

Miguel Molina dijo...

Me alegra que os haya gustado.

Gracias por la parte que me toca. Un abrazo.

Puck dijo...

Miguel, como dice Ana, un micro perfecto para esta charca. Me alegro de que tú también estés por aquí. Gracias.
Saludillos
croack, croack

Nicolás Jarque dijo...

Inesperado totalmente, me ha gustado ese final. Como en "Faldas y a lo loco" nadie es perfecto.
Saludos.