jueves, 30 de mayo de 2013

Una fábula - Eduardo Gotthelf


La yegua se había mancado. Faltaba poco para el anochecer y su esposo la
esperaba en la otra orilla. Lady Ranalagh no tuvo más remedio que pedirle a
Sir Al Acrane que la llevara en su bote. Él aceptó encantado.
En la mitad del lago el encantador caballero la sedujo. Luego, mientras se
vestían, llegó el arrepentimiento.
―¡Qué hicimos! ¡Lord Ranalagh nos matará a los dos!
―Fue inevitable ―respondió él ―estaba en nuestra naturaleza.

De “Paraísos Paralelos”, de Eduardo Gotthelf
Editorial Axioma, Río Negro, Argentina, 2012

1 comentario:

Puck dijo...

Eduardo, un placer tener a Ranalagh en la charca
croak, croak