jueves, 6 de junio de 2013

La misma piedra - Jesús Fabregat


De noche, cuando las ranas se retiran a la orilla para intercambiar anécdotas y mentir sobre el tamaño de las libélulas capturadas, alguna termina sacando siempre la leyenda del escorpión, y las demás asienten convencidas, porque a ellas no les pasará jamás, porque son más listas, porque tienen buena memoria y porque saben de sobra que los escorpiones son los padres.

Jesús Fabregat
Lo bueno, si breve

3 comentarios:

Anita Dinamita dijo...

Me encantan estas ranas tan humanas, el tamaño de las libélulas y la leyenda de los escorpiones.
Estupendo micro!
Abrazos a los dos

Yisus dijo...

Eres un amor, polilla ;-)

Puck dijo...

Jesús, un placer tenerte por aquí, y con los comentarios de Anita pues, qué decir, cuando queráis nos tomamos una ración de bichillos en la charca croak, croak